Control de procesos, ecosostenibilidad y gama de colores

Galvacom realiza tratamientos galvánicos sobre latón y aluminio. Los equipos de que dispone la empresa responden a muchas y diversas necesidades de producción, por lo que pueden ofrecer un servicio completo en el tratamiento de superficies metálicas.

La experiencia adquirida a lo largo de los años ha permitido a Galvacom destacar en algunos tratamientos específicos, como el cromado de aluminio. Pero la renovación nunca se detiene, y es precisamente la actualización continua la que acrecienta cada día el know-how de Galvacom.

LA EXPERIENCIA SE CONQUISTA CON EL TIEMPO
La experiencia no puede ser nunca una cualidad innata. La experiencia se ha de conquistar día a día, en un proceso evolutivo de la empresa que va de la mano de sus productos. Los acabados que propone Galvacom representan bien esta evolución. Se han ido multiplicando a lo largo de los años hasta llegar a las múltiples propuestas de la actualidad, con tonalidades de color capaces de satisfacer las más variadas exigencias del mercado.

El primer paso para asegurarse de que cada fase se realiza con la debida atención consiste en encargarse personalmente del proceso completo. De la preparación de la superficie a la galvanización sobre aluminio y latón, para llegar al PVD. Galvacom controla cada uno de estos procesos.

Al final de todas las operaciones, se reserva gran importancia al control de calidad, realizado por el laboratorio interno con pruebas de choque térmico y niebla salina.

El innovador sistema de cromado PVD (Deposición física en la Fase de Vapor) utiliza tecnología de plasma: un proceso ecológico que no emplea productos químicos tóxicos en las aplicaciones, sino que se sirve de materiales más económicos y, al ser completamente invisible, no altera el aspecto físico de las superficies tratadas. La ventaja de esta tecnología consiste en eliminar los metales pesados, como el cromo y sus derivados, de las aguas residuales y del procesamiento, en un fuerte ahorro de agua, en la reducción de emisiones gaseosas nocivas, con efectos positivos notables en el medio ambiente y en la salud de los trabajadores.

La nueva gama de acabados especiales: emociones en la superficie

Galvacom ofrece una amplia variedad de acabados para elegir, cada uno elaborado siguiendo minuciosamente su proceso de producción.

LAS FASES DEL PROCESO GALVÁNICO

  • desengrasado de las piezas por ultrasonidos
  • preparación de los requisitos para una buena adherencia superficial con tratamientos preliminares
  • niquelado con espesores y procesos adecuados. Níquel columnar y luego laminar, con un espesor total de 22 micrones (solo para cromado de aluminio)
  • cromado con espesor de 0,23 micro de cromo (solo para cromado de aluminio).
  • pruebas de adherencia de las piezas, controlada por choque térmico
  • verificación de la resistencia a la corrosión mediante ensayo de niebla salina AASS (niebla salina acética) con un ciclo de 220 horas.
  • secado de las piezas mediante hornos de calentamiento.
  • fijación de las piezas con marcos especiales dedicados para un máximo rendimiento y una calidad óptima.

El proceso PVD es posible gracias al uso de nanotecnologías, y permite la producción de recubrimientos extremadamente finos con características físicas y mecánicas particulares, resistentes a la corrosión y al desgaste, y sobre todo ecoeficientes.